¡Dios quiere ser el número uno en tu vida! Y cuando no lo es las cosas no funcionan como deberían. En lugar de pedir que Dios bendiga tus planes, pídele que te muestre los suyos, y éstos si serán bendecidos. Jesús podía aceptar algunos compromisos y rechazar otros porque sabía lo que Dios quería de Él cada día.¿ Se puede encontrar algún momento en la vida de Jesús en la que estuviera estresado o confuso? ¡Por supuesto que no! Cuando se presentaba un conflicto decía: "...Yo hago siempre lo que agrada a mi Padre" La clave está en que sacaba tiempo para consultar a su Padre. ¿Hasta cuando vas a dejar que mil y una cosas reclamen tu atención a la vez?
No va a cambiar nada a menos que decidas dar a Dios lo que Él demanda, las "primicias", No le des los momentos del día en los que3 estás agotado, no piensas con claridad
o ni siquiera puedes mantener los ojos abiertos; concédele la mejor parte del día. Al hacerlos descubrirás cuales son las verdaderas prioridades. Desde el momento en que te vistes, hasta que planeas tu día, pídele a Dios que te ayude a tomar decisiones que le glorifiquen . Conforme llegues a ser más consciente de su presencia, te será más difícil "encajonarlo" solo para un momento, pies cualquier suceso del día se convertirá en algo sagrado, al ser Él parte del mismo. Pídele que te dirija en tus decisiones y que te dé la capacidad de hacer bien las tareas por cumplir. Dale el primer lugar en todo lo que te dispongas a hacer y Él te revelará el camino que conduce a la paz. Disfrutarás mucho más cada día si sigues el liderazgo del Espíritu Santo momento a momento.
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