martes, 16 de junio de 2020

¡Derriba ese muro!

                                               ¿Has levantado un muro alrededor de ti, pensando: 'Si no dejo que nadie se acerque, no me herirán'? Ésa no es la solución, porque ese mismo muro que te separa de los demás, te encarcela. El Señor quiere ser tu protector, pero no podrá señor si te empeñas en protegerte a ti mismo. Dios no te prometió que nunca sufrirías, pero si que te sanaría si acudes a Él en lugar de tomarte la justicia por tu mano. Si has levantado un muro a tu alrededor por temor, lo podrás derribar con fe. Acércate a Jesús y preséntale todas tus viejas llagas para que recibas su sanidad. Cuando alguien te lastime, no dejes que se infecte la herida, sino llévasela en oración al Señor y disponte a resolver las cosas a su manera, no a la tuya.
                                                  Medita en lo que Dios dijo a su pueblo y recíbelo como una promesa para ti: "Más yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice el Señor, porque "Desechada" te llamaron diciendo: Esta es (pon aquí tu nombre) de la que nadie se acuerda". No sólo te repondrás de esa aflicción, sino que saldrás fortalecido y podrás ayudar a otros: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos  también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios" 
¡Vamos, derriba ese muro!.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario