jueves, 18 de junio de 2020

¡Sé decidido y valiente!

                                                Hay que ser decididos y valientes para dejar que Dios nos dirija. No es fácil "romper el molde" y salirse de los límites que te imponen los demás. Cuando lo haces, tienes que enfrentar la oposición. A Jesús también le sucedió lo mismo; cuando las personas de su pueblo exclamaron " No es este el hijo del carpintero? lo que de verdad querían decir era : 'Este debería de saber cual es su sitio'. So alguien te dice eso,no lo escuches, porque " cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí" Cuando te toque rendir cuentas al final de tu vida, comprenderás que  no sólo es malo juzgar a otros sino que también es perjudicial que las opiniones ajenas te controlen:"Bendito el hombre que confía en el Señor, cuya confianza está puesta en el Señor.
                                                  Para poder seguir la dirección de Dios, debes de tener la seguridad de que
Él te ama a pesar de tus defectos. Dios tiene un plan definido para tu vida, tú puedes oírle por tí mismo y él te capacitará para que lleves a cabo todo lo que te pida. Cuando oigas algo de parte de Dios, ¡sé resuelto!.
Las cosas que merecen la pena, nunca son fáciles. Si notas que te estás debilitando, pídele que te dé determinación  y Él te la concederá por medio de su Espíritu. Si te encuentras en un dilema, vuelve al punto de partida, recuerda lo que Dios te dijo al principio y no te salgas del camino marcado. No tomes un sendero distinto simplemente porque estás preocupado, desanimado o para complacer a otros. Recuerda que posees todo lo que necesitas para triunfar en lo que Dios te ha llamado. Y si has decidido que  que Jesús sea el Señor de tu vida, su determinación vive en tí--puesto que Él mora en tí.

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