sábado, 27 de enero de 2024

Camina por fe (2)

                   Cuando decides volar a cierto lugar, tiene que darse todo lo siguiente: 1) Debes seleccionar la compañía aérea y el horario de vuelo que te convenga para ir al destino. 2) El avión debe cumplir con un horario que te indique cuándo parte y cuándo llega y el piloto debe tener clara la ruta con anterioridad. 3) La línea aérea pone un precio que te puedes permitir. Después de eso, se introducen tus datos en el ordenador y ya está todo listo para salir. 

                    No obstante, aquí tienes lo que no va a pasar cuando llegues al aeropuerto: no les pedirás que te expliquen cómo funciona el avión , qué botones va a pulsar el piloto  y cual será la velocidad o la altitud del vuelo, ni si volarán con control manual o con piloto automático. No te pondrás a discutir sobre el precio después haber hecho la reserva y de haber pagado. ¿Por qué? Porque estás seguro de que la maquinaria es de fiar y de que el piloto tiene experiencia, lo que te da la confianza  de que llegarás a tu destino sano y salvo. Podrás decir: ¿Y si se cae el avión?. Si eres un hijo redimido de Dios, ¡te vas para arriba! "...Partir y estar con Cristo....es muchísimo mejor". Te ocurra una cosa u otra ganas. Lo que haces es poner tu confianza en el avión , en el piloto y en la compañía aérea. Hoy Dios te pide que hagas lo mismo con Él, ¡ni más ni menos!.

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