martes, 16 de enero de 2024

Permanecer cuando tienes ganas de abandonar (3)

                           Aquí tienes otras dos claves que te servirán para resolver conflictos matrimoniales: 1) Deja que Dios dirija tus oraciones. Las oraciones pueden ser abiertas o cerradas. Cuando creemos que nuestra perspectiva es la única válida, hacemos oraciones cerradas pidiendo a Dios que resuelva el problema a nuestra manera, convencidos de que es la única forma correcta. Sin embargo orar así genera dos problemas. Primero, nos encierra en un modo de pensar rígido y no nos permite contemplar otros puntos de vista. Segundo, no nos deja ver las cosas como las ve Dios, el único capaz de sanar y restaurar la relación. Con las oraciones abiertas, en cambio pedimos a Dios que solucione el problema a Su manera. "Orad así....hágase tu voluntad...." Pídele a Dios que os revele su voluntad a ambos, espera hasta que lo haga y luego orad en consecuencia. La Biblia dice: "Esta es la confianza que tenemos  al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Dios oye....podemos estar seguros de que ya tenemos lo que hemos pedido".

                            2) Quita todo lo que condiciona tu amor. ¿Te cuesta? El amor es un mandamiento bíblico, no una emoción arbitraria. Dios no te está pidiendo que te sientas cariñoso y enamorado. sino que actúes en amor. Eso no es de hipócritas; es elevarse por encima del resentimiento, el dolor y el miedo y poner en práctica la fe genuina. Significa preguntarte: 'Si estuviera amando incondicionalmente ahora mismo, ¿ qué haría? ¿ cómo me relacionaría con mi marido (o mujer)?' Luego hazlo. La Biblia dice: "El amor jamás se extingue....". Empieza actuando en amor y luego los sentimientos amorosos seguirán, tanto en ti como en tu cónyuge.          

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