martes, 2 de enero de 2024

Como líder, debes seguir aprendiendo

                     Como líder debes aferrarte a este pasaje: "Su divino poder....nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda...nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que vosotros....lleguéis a tener parte en la naturaleza divina. Precisamente por eso, esforzaos por añadir a vuestra fe , virtud; a vuestra virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal: y al afecto fraternal amor. Porque estas cualidades, si abundan en vosotros...evitarán que seáis inútiles e improductivos". Fíjate en la palabra "añadir". Ya seas líder en casa, en el trabajo o en la iglesia, debes seguir aprendiendo y creciendo. Cuando inviertes constantemente en ti, con el tiempo verás un crecimiento ineludible. 

                       A pesar de que unos hayan nacido con mayores dotes naturales que otros, la capacidad de dirigir ers, en realidad, una suma de destrezas, pudiéndose adquirir o mejorar casi todas ellas. Pero el proceso no ocurre de la noche a la mañana; el liderazgo es complejo y tiene muchas facetas: el respeto, la experiencia, la fuerza emocional, el don de gentes, la disciplina, la visión de futuro, el momento y el lugar bien aprovechados....Y la lista sigue. Por eso, los líderes necesitan curtirse para ser eficaces. Para seguir liderando, debes  seguir aprendiendo y el aprendizaje es algo continuo que resulta de la autodisciplina y de la perseverancia. Tu meta tendría que ser mejorar cada día, basarte en los logros del día anterior y aprender de sus errores. Salomón lo expresó así: "El sabio oirá y crecerá en conocimiento. Y el inteligente adquirirá habilidad".   

No hay comentarios:

Publicar un comentario