miércoles, 10 de enero de 2024

Juntos como una piña

                   Para dirigir a tu familia eficazmente, necesitas aprender como "agrupar" a sus miembros con frecuencia. Cuando los jugadores de un equipo se apiñan en un círculo con el entrenador, el motivo es: 1) recordar las metas; 2) repartirse las distintas responsabilidades entre los miembros;  3) abordar la estrategia de juego que hará que ganen o pierdan. Padre, aunque las instrucciones vengan de arriba, tu familia necesita que le enseñes como llevarlas a la práctica en el terreno de juego. Eso significa tratar los asuntos importantes, discutir detenidamente los desacuerdos y motivar y apreciar a cada componente. Intenta escucharlos con una mente abierta. No te limites a oír lo que dicen tus hijos; intenta entender cómo se sienten.

                    Es verdad que puedes imponer tu voluntad si quieres, pero tarde o temprano tendrás problemas porque el resentimiento aumenta cuando la gente se siente excluida. Cada miembro de tu equipo tiene que formar parte de la toma de decisiones. ¡Involúcralos! Pídele a Dios que te ayude a ver más allá de tus deseos para buscar el bien de todos. No caigas en la trampa de la satisfacción instantánea. Lo que te parece bueno hoy puede apartarte de un mañana mejor. Y no permitas que "gente de afuera" forme parte de tu piña. Diles que se mantengan al margen. Muchas veces sus opiniones se basan en rumores, e intereses creados o en envidias. Respeta la privacidad de tu equipo. Fomenta la lealtad. Apiñaos en oración regularmente. Si lo hacéis, ¡todos ganáis!.

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