Respira hondo y aguanta. Ahora exhala. ¿A donde ha ido el aire? El aire que acabas de expirar dará la vuelta al mundo en los próximos doce meses, tiempo durante el cual cada una de las moléculas que exhalaste será inhalada por otra persona para volver a ser espirada. Así es como estamos relacionados los unos con los otros. Estamos unidos los unos a los otros por el aire que respiramos e igualmente unidos a Aquél que sopló aliento de vida dentro de nosotros al comienzo de nuestra existencia. Igual que todos compartimos nuestra composición química con otros miembros de la familia humana, asimismo todos somos interdependientes. Las acciones de los demás nos afectan de forma positiva o negativa.
En la época de la llamada "generación del mí" se solía oír: 'Mientras no haga daño a nadie, a nadie le importa lo que hago'. Por desgracia todo lo que hacemos afecta a otros y ninguno de nuestros actos es totalmente independiente. Un poeta escribió: "Ningún hombre es una isla. completo en su totalidad; cada persona es una parte de un continente, una parte de ese todo". Teniendo en cuenta eso, lee estos dos pasajes: 1) "Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado". 2) "No debáis a nadie nada, sino el amaros los unos a los otros...". Eso significa que tienes la obligación de preocuparte de los demás y debes manifestarlo de formas concretas.
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