domingo, 21 de enero de 2024

Tu ángulo muerto (2)

                      A veces, intentar ver tu verdadero ser es como intentar ver la parte interior de los ojos ¿Quién se da cuenta de sus propios errores?....preguntó el salmista. Por suerte no estás solo; el Espíritu ya está operando en ti. A ti sólo te corresponde escuchar y responder. Tu enemigo no es la culpa sino el pecado. El Espíritu de Dios te traerá a menudo convicción, y cuando eso ocurra, la respuesta adecuada no será intentar suprimir el sentimiento de culpa, sino tratar con el problema. Si no lo haces esos problemas se podrán acumular como si fuera colesterol en las arterias. En un momento de gran crisis, Sansón quiso emplear su fuerza, "pero no sabía que el Señor ya se había apartado de él". Se había vuelto indiferente y había perdido su sensibilidad con Dios.   

                      Nuestro cuerpo tiene la gran capacidad de avisarnos de lo que le aflige, si aprendemos a captar las señales que nos remite. Tener dolor en el pecho puede indicio de un problema de corazón, y hay otros síntomas más sutiles . Se nos enseña a detectar los síntomas de un infarto y se nos dan pautas de primeros auxilios para cuando suceda. Si estás abierto y dispuesto, Dios hará que seas capaz de ver lo que le ocurre a tu alma. Si dependiera de ti, buscarías justificarlo o defenderte. Serías como "los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno dicen malo". O por el contrario, te podrías volver un neurótico que lo analiza todo minuciosamente. Alguien nos previno contra el "depender  de la diligencia de nuestro propio escrutinio en lugar de depender de Dios para reconocer y descubrir nuestro pecado". ¿ Qué hacer entonces? Deja que tus pensamientos y acciones sean guiadas por el Espíritu Santo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario