jueves, 11 de enero de 2024

Manejar los fracasos (1)

             Todos, hasta los creyentes mas veteranos , fracasamos alguna vez y la pregunta clave en esos momentos no debería ser: '¿Cómo pude dejar que ocurriera?' , sino '¿Cómo puedo rectificarlo?'. Lo más natural es albergar pensamientos de autocondenación, pero eso no ayuda a nada; más bien produce desánimo y añade fracaso al fracaso. Por culpa del pecado de Acán, Israel fue derrotado en Hai y huyó delante de sus enemigos. Así como hacemos nosotros ante la derrota, "...el corazón del pueblo desfalleció y se volvió como agua". Su fe los abandonó y "el pueblo se desalentó". Incluso su líder  Josué "se postró". desesperado porque las cosas iban de mal en peor . ¿Te ha sucedido eso alguna vez? Reconoce el círculo vicioso: derrota, desánimo, desesperación y más derrota. ¿Cuál fue la respuesta de Dios? "¡Levántate! ¿ Que haces ahí postrado? Los israelitas han pecado....¡Levántate! ¡Purifica al pueblo!...".

              Él es un Dios de arrepentimiento y no de estancarse en el remordimiento; un Dios de levantarse y no de sumirse en el fracaso. La santidad es un camino, no un lugar. Cuando estás descarriado, el plan de Dios es sencillo; vuelve al sendero inmediatamente. Confiesa tu pecado. Por  fe acepta la misericordia y el perdón de Dios. Y rechaza la condenación  de Satanás. "...Olvidando ciertamente lo que queda atrás...prosigo la meta....".Como un niño que aprende a andar, cuando caigas no te quedes en el suelo rendido. levántate y vuelve a andar- Recuerda que el momento que te hace consciente del pecado debería también llevarte a confesarlo y ofrecerte la seguridad y el perdón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario