El ánimo puede producir milagros- En la película Con ganas de triunfar el profesor del instituto tiene dos estudiantes en su clase llamados Johnny. Uno es un chico feliz y un excelente alumno: el otro pasa el tiempo molestando y metiéndose en problemas. En la primera reunión de padres y profesores del año una madre vino al profesor y le preguntó_ ¿Qué tal le está yendo a mi hijo Johnny?. El profesor pensó por error que era la madre del buen estudiante, por lo que le respondió: 'Es un alumno muy bueno y me alegro mucho de tenerlo en mi clase'. Al día siguiente el problemático Johnny vino al profesor y le dijo: 'Mi madre me comentó lo que usted dijo de mi anoche. Nunca he tenido ningún profesor que se alegrara de tenerme en su clase'. ¿Y cuál fue el resultado? Ese día Johnny acabó todas las tareas y al día siguiente llevó todos los deberes hechos.
Unas semanas más tarde se había convertido en uno de los alumnos de la clase que más duro trabajaba---y uno de sus mejores amigos---. Su vida cambió simplemente gracias a unas palabras de aliento dichas por error. El ánimo funciona así: cuando busacas lo bueno de alguien y se lo expresas, les estás dando un aliciente para que alcance esas expectativas. En otras palabras, lo motivas a ser mejor de lo que es. La última cosa que Dios le pidió a Moisés fue que animara y alentara a Josué, porque " él a de pasar delante de este pueblo, y él les entregará la tierra que verás". Y eso es lo bueno del ánimo: Para darlo no tienes que ser rico, atractivo, prominente o brillante; y siempre es apreciado. Anima a alguien hoy.
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