viernes, 16 de agosto de 2024

Si tú no se lo dices ¿quién lo va a hacer?

                                 El ejército sirio había rodeado la ciudad de Samaria y nada ni nadie podía salir ni entrar. Era una situación desesperada y con el tiempo los habitantes empezaron a morir de hambre. Cuatro leprosos que estaban en cuarentena y forzados a vivir fuera de los muros de la ciudad, decidieron ir al campamento de los sirios para ver si se compadecían de ellos y les daban de comer y beber. Pero cuando llegaron se encontraron con que un ejército de ángeles había expulsado a los sirios y estos habían huido, dejando tras de sí agua, víveres, ropa y tesoros. ¡Los leprosos no podían creer con su suerte! Comieron, bebieron, cambiaron sus harapos por buenas ropas, recogieron el botín  y lo escondieron donde pudieran encontrarlo más tarde. Pero enseguida se acordaron que en Samaria sus hermanos estaban hambriento, sedientos, necesitados, enfermos y agonizantes.

                                    Se enfrentaron con el dilema: ¿nos guardaremos esto para nosotros o lo compartimos con los que necesitan tanto como nosotros? Entonces se dijeron: "No estamos haciendo bien. Hoy es día de buenas noticias y nosotros callamos. Si esperamos hasta el amanecer nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la noticia en la casa del rey". Hoy te vas a encontrar con personas con hambre espiritual, y lo que necesitas es a Jesús. ¿qué vas a hacer al respecto? Si no les hablas de Él, ¿quién lo va a hacer? Si no les compartes las buenas noticias, quizás mueran espiritualmente. Tal vez alegues. 'Soy muy tímido'. Dios usó a cuatro marginados sociales para llevar buenas noticias de liberación . Y si se lo permites. Él también te usará hoy,

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