lunes, 19 de agosto de 2024

Un versículo muy aleccionador

                                      He aquí un versículo que nos da mucho que pensar: "No juzguéis, para que no seáis juzgados" Jesús fue muy duro con los religiosos de su día porque se pasaban las vida apuntando con el dedo. Condenaban a los discípulos por no lavarse las manos y a Jesús por sanar el día de reposo. Considera la respuesta de Jesús: "Vosotros juzgáis según criterios humanos; yo en cambio, no juzgo a nadie. Y si lo hago , mis juicios son válidos porque no los emito por mi cuenta sino en unión con el Padre que me envió". 

                                       A continuación te presentamos unas preguntas para responder: '¿Juzgas a los demás según sus acciones y a ti según tus intenciones?' Cuando el comportamiento de alguien refleja una decisión  o elección distinta a la que tú hubieras hecho. ¿eres rápido para condenar? Cuando alguien no se mueve a tu ritmo o hace algo de modo distinto al tuyo ¿lo tildas de perezoso e inútil? Cuando oyes algo negativo de una persona, ¿lo divulgas antes de comprobar si hay verdad en ello? Alguien comentó: " He decidido no hablar mal de nadie...Ni siquiera cuando algo es verdad, sino más bien procuro excusar las faltas que me dicen de otros, y cuando tengo la oportunidad digo todo lo bueno que sé de ellos". Si de verdad te preocupa la mala dirección que alguien está tomando y te has ganado el derecho de confrontarlo, hazlo lo un espíritu de amor. Y recuerda, te ganas ese derecho mediante la demostración  continua de amor y cuidado por la persona en cuestión. 


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