viernes, 23 de agosto de 2024

Llevar a otros a Jesús (1)

                             En cierta ocasión cuando Jesús estaba predicando en una casa, cuatro hombres trajeron a un amigo paralítico para que lo sanara. Puesto que no podían pasar a causa de la multitud subieron al tejado, abrieron un boquete y bajaron al hombre al lugar donde Jesús se encontraba. Y Jesús lo sanó. La Biblia nos dice: "El poder del Señor estaba con Él para sanar". Los fariseos estaban sentados al lado  y el poder de Dios estaba presente ahí para sanarlos a ellos también , sin embargo no lo recibieron. Es increíble pero cierto; puedes estar en la presencia de Jesús y salir sin cambios. ¿Por qué? Porque tu actitud y tu enfoque determinan el resultado. El orgullo y los prejuicios ---pensar que sabes todo de Dios---puede impedirte recibir lo que necesitas.

                              Pablo escribió: "También a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; a ellos de nada les sirvió el haber oído la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron " Aquellos dirigentes religiosos no tenían fe. Les interesaba más envolver a Jesús en argumentos teológicos que ver demostrando el poder de Dios con la sanidad del paralítico. Puedes tener un cerebro repleto de teología y el corazón lleno de dudas y no recibir nada del Señor. En el capítulo cinco de Lucas leemos: " Al ver Él la fe de ellos, les dijo:....Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Al instante se levantó....y se fue a su casa glorificando a Dios. Y todos ....glorificaban a Dios...decían---Hoy hemos visto maravillas".

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