viernes, 30 de agosto de 2024

Cuando Dios te llama (4)

                                         A veces vemos el llamado de Dios en nuestra vida de color de rosa. Pero oír Su llamado no es lo mismo que conseguir el trabajo de tus sueños. Cuando Dios llamó a Jeremías a predicar a un pueblo que no quería escuchar , éste lloró tanto que se ha ganado el apodo de "el profeta llorón". Nuestra primera reacción a una tarea  encomendada por Dios es generalmente de temor. Alguien escribe: "Algunas personas dicen: 'Dios nunca me va a pedir algo que no pueda cumplir'. Con los años he llegado  a la conclusión de que si la tarea que siento que Dios me está encomendando es algo que puedo manejar solo, posiblemente no venga de Él. Las misiones que Dios encarga en la Biblia son siempre tareas gigantescas a la medida de Dios, y están muy fuera del alcance de que los humanos puedan hacer solos, porque Él quiere demostrar Su fortaleza. Su fortaleza....Su bondad....a un mundo que nos está observando"

                                          Aceptar el llamado de Dios significa a menudo esforzarse y dedicarle muchas más horas de las que desearías. Y no siempre recibes la recompensa y el reconocimiento que habrías  esperado. Algunos no estarán de acuerdo con lo que haces y tratarán de estorbarte. También requerirá cometer algunos errores, ten er falsos comienzos y aprender de ellos. El talento natural por sí solo no es suficiente para cumplir tu llamado. Para llevar a cabo  lo que Dios pide de ti necesitarás ideas fuerza y  creatividad por encima de tus propios recursos. Pablo dice: "...Somos colaboradores de Dios....". porque para tener éxito tienes que hacer las cosas junto a Él. No solamente te llamaba a trabajar para Él, te llama para trabajar con Él.

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