martes, 18 de febrero de 2014

Gracia y Paz os sean multiplicadas......

                                                         Si piensas que el amor de Dios por ti sería mas fuerte si tu fe fuera más firme, te equivocas. Si piensas que Su amor sería más profundo si tus pensamientos y tus actos fueran mejores, te vuelves a equivocar. No confundas el amor de Dios con el amor humano. Este último aumenta cuando la otra persona se comporta como esperamos y disminuye si falla. El amor de Dios es distinto; te ama tal y como eres, aunque no te va a dejar donde estás. Alguien escribe "Cuando mi hija era muy pequeña, solía llevarla al parque...Un día estaba jugando en un montón de arena cuando pasó una furgoneta vendiendo helados. Le compré uno y cuando me volví para dárselo, ví que tenía la boca llena de arena...¿la amaba con la boca sucia? Por supuesto, ¿Era menos mi hija con la arena en la boca? Claro que no.¿iba yo a dejarla con la boca sucia? ¡Ni pensarlo! La cogí y la llevé a una fuente y le lavé la boca. ¿Por qué? Porque la amaba.
                                                         Dios hace lo mismo con nosotros. Nos coge y nos lleva a la fuente
' Escupe lo que tienes en la boca hijo', nos insta nuestro Padre.'Tengo algo mucho mejor para ti'. Y así limpia toda nuestra suciedad: inmoralidad, falta de honradez, perjuicios, amargura, avaricia. No nos agrada el proceso de limpieza, y a veces hasta preferimos comer la suciedad y no el helado. 'si quiero comer tierra la como' decimos. Es verdad, podemos hacerlo. Pero si lo hacemos, nos perdemos algo mucho mejor que Él nos ofrece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario