viernes, 28 de febrero de 2014

Comprometido con los demás

                                                     Aunque la Biblia enseña a valorarse uno mismo, también condena buscar el  propio interés. Cuando le preguntaron a Jesús cual era el mayor mandamiento. Él respondió que debíamos amar a Dios con todo nuestro corazón y al prójimo como a nosotros mismos. Cuando nos obsesionamos con uno mismo, perdemos el significado de la vida, que no es otro que amar y servir a Dios, y amar y servir a nuestro prójimo. Un informe elaborado por 22 científicos reveló que los seres humanos estamos predispuestos biológicamente para encontrar sentido a la vida mediante las relaciones humanas.
                                                     Alguien escribió: "Después de casi ochenta años de vida, puedo dar fe de que lo anterior es cierto. Mi mayor satisfacción es darme a los demás y ver como prosperan. Pero no puedes experimentar eso si no hay compromiso. Aprendí esa lección primero al observar cómo mis padres se ocuparon de mis abuelos enfermos en casa...Luego lo vi en la Marina. No se puede ir al combate y dirigir 45 hombres, como yo fui entrenado a hacer, si los soldados no estás comprometidos los unos con los otros. Si tu compañero no te cubre te matarán...Al abandonar el compromiso, nuestra cultura narcisista ha perdido justo eso que tanto busca: la felicidad. Sin compromiso, nuestras vidas son estériles y carecen de significado y propósito.  En resumidas cuentas, si no hay nada por lo que morir, no hay nada por lo que vivir. Jesús enseñó que la única forma de tener una vida abundante es morir al yo y entregarse de lleno a Dios y a aquellos que necesitan lo que Dios te ha dado.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario