A Josefa le encantaban los crucigramas del periódico. Su novio Juan quería proponerle matrimonio de una manera muy particular. De modo que buscó la ayuda de un amigo suyo creador de crucigramas.
El día señalado, Juan llevó a Josefa aq desayunar. Él se puso a leer la sección deportiva mientras ella empezó a llenar su crucigrama. Al poco tiempo empezó a notar unas increíbles "coincidencias". "Juan--le dijo--mi nombre aparece aquí". Luego: "¡Tu nombre también está aquí!"
Al poco rato surgieron frases como " una proposición modesta" y "¿quieres casarte conmigo?". Josefa miró a Juan asombrada y le dijo que sí.
La Biblia podría parecernos un crucigrama. Nos cuesta estudiarla y al hacerlo, esperamos encontrar sabiduría para las interrogantes de la vida. Salomón entendía esa lucha, pero sabía que la busca de sabiduría bien valía la pena. Salomón escribió: "Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene las inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar con ella".
En la Biblia Dios nos habla a nosotros...y habla de nosotros. El estudio bíblico que se hace con persistencia y en actitud de oración da grandes recompensas personales. Así que aparta tiempo para escudriñar la Palabra. Descubrirás los tesoros de la sabiduría de Dios.
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