Cuando hace mal tiempo hago ejercicio en una de esas máquinas de andar estacionarias. ¡Pero es tan aburrido! Cuando el odómetro dice que he andado un kilòmetro y medio, en realidad no he ido a ninguna parte.
La vida sin Dios es como estar en una máquina de andar estacionaria. Las generaciones vienen y van . El sol sale y se pone día tras día, año tras año. El viento sigue un curso repetitivo cuando sopla y da la vuelta sobre la tierra. Los ríos fluyen al mar, pero éste nunca se llena. Al igual que esos fenómenos naturales, la vida siempre se está moviendo, pero nunca llega a ninguna parte; siempre encuentra cambios, pero nunca halla nada realmente nuevo. Luego vienen la muerte. La gente sin Dios no tiene esperanza y sabe que pronto la olvidarán. ¡Qué panorama tan deprimente!
¡Qué distintas son las cosas para los que conocen a Dios! So, ellos a veces también experimentan la rutina, la monotonía y la dificultad, pero en lugar de estar en una máquina estacionaria, van de viaje. Así es como un amigo mio de 83 años veía su vida.Poco antes de morir me saludó con una sonrisa y dijo: "Toda mi vida cristiana me he estado preparando para ir al cielo. Ahora estoy a punto de marcharme".
Tú también puedes tener esa esperanza . Admite que eres pecador , como lo somos todos. Recibe a Cristo como Salvador -Él transformará tu vida de una máquina de andar estacionaria y monótona a un viaje muy significativo.
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