viernes, 12 de enero de 2018

Demasiado conocimiento

                                                   Juan y yo éramos amigos en nuestra adolescencia y asistíamos juntos a una escuela secundaria cristiana. Un día, él se sentía muy infeliz con tantas asignaciones, por lo que recordó a su profesor que en el libro de Eclesiastés dice: " En la mucha sabiduría hay mucha molestia". Aparentemente nuestro profesor no se impresionó. Las asignaturas siguieron siendo muchas y nuestra molestia aumentó.
                                                      Juan, por supuesto, había aplicado mal el texto bíblico para hacer más fácil la disciplina de aprender. Pero el pasaje dice algo muy significativo sobre el dolor de adquirir mucho conocimiento si no va acompañado del "temor de Dios".
                                                      Si, la ciencia moderna nos ha beneficiado mucho. Pero ese mismo conocimiento también nos hace conscientes de las posibilidades de desastres mundiales, como un holocausto nuclear o una guerra interminable de gérmenes. Muchos se asustan tanto con los programas de televisión que presentas esos peligros que ni siquiera los miran.
                                                        Un temor de Dios adecuado es el antídoto del dolor asociado con la acumulación de conocimiento. Este temor no es una emoción; es una relación de adoración, confianza y sometimiento a Dios a través de Cristo. Cuando vivimos en comunión con Él, mientras más aprendemos más lo honramos. Y eso  claramente no es algo que debamos temer.          

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