Tengo una amiga en Inglaterra que tiene ochenta y pico de años. Aunque no puede salir de la casa y es muy frágil, noto en ella una actitud de agradecimiento cada vez que le hablo por teléfono. Uno de sus himnos preferidos siempre ha sido "¡Bendiciones, cuantas tienes!" Por eso me preocupé cuando ella comentó un día: "He dejado de contar mis bendiciones una por una" Pero entonces siguió diciendo animada: "¡Tengo tantas que las estoy pesando por toneladas!".
Hace años, cuando luchaba por la falta de sueño, desarrollé un hábito nuevo. Durante todo el día trataba de notar todas mis bendiciones, grandes o pequeñas. Cada noche, ya acostada, las mencionaba una a una y daba gracias a Dios por todas ellas- Esta práctica no solo cambió mi actitud de negativa a positiva, sino que menudo me dormía tranquilamente antes de terminar mi lista. Dios usó un tiempo de luchas en mi vida para ayudarme a desarrollar una actitud de agradecimiento.
Alguien dijo: "¡ Qué extraño que Dios tenga que suplicarles a aquellos a quienes salvó del abismo que le muestren gratitud!" ¿Está usando el Señor una prueba difícil para suplicarte
que te acuerdes más de Él? Si es así. empieza a contar tus bendiciones y descubrir lo bueno que es dar gracias a Dios.
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