martes, 9 de enero de 2018

Quédate en la luz

                                                    En un libro titulado "Todavía falta lo mejor" se contó la historia de una niña en Londres que ganó un premio en una exhibición de flores. La flor en la que participó había crecido en una tetera vieja  y rajada que la niña colocó en la ventana trasera del ático de una casa muy deteriorada. Cuando le preguntaron cómo se las arregló para cultivar tan linda flor en un ambiente tan desfavorable, dijo que la movía de un sitio a otro para que estuviera siempre a la luz.
                                                     El escritor del libro, recordó luego a sus lectores las palabras de Jesús: "Como el Padre me ha amado, así yo también os he amado; permaneced en mi amor". Aprendemos de esto que nosotros también debemos mantenernos continuamente con el calor del amor de Cristo.
                                                     Permanecemos en el amor de Cristo cuando mostramos amor a los demás. Jesús enseñó esto claramente cuando dijo: "So guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor.... Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos". Sentimos el calor del amor de Cristo cuando obedecemos su mandamiento del amar y servir a los demás. ¡Esa es la manera de quedarse en la luz!.  

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