Los libros sobre viajes se centran en llegar a un destino y disfrutar el tiempo que se pase allí al llegar, pero un libro nuevo titulado "El arte de la peregrinación" va más allá de esa perspectiva para considerar un significado más profundo de los viajes. "Un viaje sin desafío no tiene significado -- escribe el autor--.Un viaje sin propósito no tiene alma". En su libro, el viaje es tan importante como el destino.
¿Es así como vemos nuestras vidas diarias? ¿O nos hemos vuelto tan obsesivos con superar las luchas de la vida diaria que el viaje es poco mas que un proceso que se ha de soportar?.
En la Biblia se nos presenta a una persona cuya fortaleza está en Dios y "en cuyo corazón estás (sus) caminos".Los antiguos judíos experimentaban esto cuando viajaban a Jerusalén a celebrar las fiestas especiales. Nos habla de encontrar fuentes en el valle de Baca y una fortaleza cada vez mayor hasta llegar a Sion. Dibuja un cuadro de gozo en la peregrinación, no sólo en llegar al destino final.
La Biblia, el libro de viajes de Dios, nos apremia a saborear el viaje de nuestras vidas. Cuando nos encontramos viajando por un camino difícil podemos resistirnos y quejarnos, o podemos poner nuestro corazón en Sus caminos. Donde caminamos hoy es tan importante como donde vamos a estar mañana.
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