martes, 3 de julio de 2018

Dirección por causa de la persecución

                                                  La Biblia dice: "Saulo, por su parte, asolaba a la iglesia; entrando casa por casa, arrastraba a hombres y mujeres y los enviaba a la cárcel. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio". ¿Cómo aumentó la iglesia del Nuevo Testamento? Fue por la persecución. Son los tiempos malos, no los buenos, los que nos hacen crecer. Es a través de la persecución que recibimos dirección. Algunas veces, los que nos agravian son enviados del Señor, sin que ellos lo sepan. Dios los utiliza para hacernos llegar a donde necesitamos estar, para después, como en el caso de José algunos años más tarde mirar atrás a decir: " Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien..." Lloramos porque alguien nos dio con la puerta en las narices, pero cuando vemos nuestra vida en perspectiva decimos: "Fue lo mejor que pudo pasarme".
                                                   El salmista escribió: "No quitará el bien a los que andan en integridad " Si Dios permite que pases por una etapa difícil, es para tu bien. O es por el bien de otros y tú eres el instrumento que Él está usando para llevarlo a cabo. Comprenderlo te transporta a una nueva dimensión en tu caminar con Dios. Pero cada nueva dimensión te lleva a un nuevo nivel de dificultad, ya que tu enemigo no se rendirá en la lucha. Tanto si la batalla tiene que ver con tu familia, tu economía, tu salud, tus negocios o tu ministerio pastoral, te pueden pasar tres cosas:
                              (1) Cuanto más cerca estés de obtener una victoria, más intensa será la batalla.
                               (2) Lo que importa no es tu comodidad sino lo que tienes que hacer
                                (3) Tu victoria ha sido ordenada por Dios, así que ¡sigue luchando!   

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