miércoles, 4 de julio de 2018

La vista desde la montaña

                                                   Fíjate en tres cosas: (1) No todos son aptos para subir al monte. Jesús escogió a los tres que tenían que ir. No llamó a todos sus discípulos, ni les explicó ni se disculpó con aquellos que se quedaron abajo. Dios nos ama a todos por igual, pero no nos da a todos el mismo grado de experiencias con Él. Dios es el que llama, no nosotros, por lo que puedes confiar en Él. Él sabe lo que está haciendo. (2) Los que suben no son necesariamente más sabios o más espirituales. Tras ver a Jesús transfigurado en el resplandor de la gloria de Dios, Pedro dijo sin tino: "Si quieres , haremos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra otra Elías" Pedro fue sincero , pero estaba sinceramente equivocado. Resiste la tentación de hablar, en lugar de esperar a oír lo que Dios tiene que decir, o de proyectar tu ministerio en torno a una experiencia que tuviste con Dios diseñada para equiparte personalmente, y no para que se convierta en el tema y el énfasis de tu vida;
                                                        (3) El plan de Dios es manifestar a Jesús y no a ti. y esta es una lección que tenemos que aprender una y otra vez. " Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió y se oyó una voz desde la nube, que decía: "Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd...Cuando ellos alzaron los ojos, no vieron a nadie, sino a Jesús sólo". El mayor desafío de tu vida es alcanzar el lugar donde te centras en "nadie más que Jesús". La relación mas importante que puedas tener es con Él. El único plan que puede salir bien es el que Él te ha dado. Y el poder necesario para cumplir ese plan, viene sólo de Él.     
                                                       

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