¿Cómo puedes hacer que la Palabra de Dios sea más personal y efectiva en tu vida?. Recibiéndola como una palabra práctica y no teórica. La Biblia no es un intento de Dios para ofrecernos visiones iluminadoras, teorías interesantes o buenos consejos para que los tomemos en consideración. Por el contrario, es una declaración fidedigna e indiscutible de la verdad eterna para que vivamos con arreglo a ella. Está concebida para su aplicación en un mundo real. "A cualquiera pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca". Los sólidos cimientos del constructor obediente resistieron la violencia de la tormenta. A la inversa, "Pero a cualquiera que me oye estas palabras y no las practica, lo compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena...soplaron vientos y...cayó, y fué grande su ruina". Ahora bien, Jesús no criticó a ese hombre por haber construido una estructura inadecuada, o no haber escuchado, comprendido y creído Sus palabras, sino por no ponerlas en práctica.
"Si alguno es oidor de la Palabra pero no hacedor de ella, ese es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural...Pero el que mira atentamente en la perfecta ley...persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace".Si pensamos que leer, conocer, e incluso creer en la Palabra de Dios satisface nuestra obligación hacia ella, nos estamos engañando. Porque es la Palabra de Dios intención es que sea cumplida. Esto requiere no solamente creerla, sino comportarse con arreglo a ella. Santiago dice:
"será bendecido por lo que cree", sino, "será bendecido en lo que hace". Cuando Moisés leyó la Palabra de Dios a los israelitas, ellos dijeron, "Obedeceremos y haremos todas las cosas que Jehová ha dicho".
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