miércoles, 15 de agosto de 2018

Reglas o relaciones

                     ¿Te has fijado alguna vez lo que hace alguien que lleva a su perro con una correa y el perro no quiere ir donde va el dueño? El dueño  arrastra continuamente de la correa, tirando del perro una y otra vez, diciéndole "deja eso ","vuelve aquí ","no hagas eso ".Esta es la forma en la que vivimos muchos de nosotros. Estamos atados con una correa de leyes. Nuestras vidas consisten en "deja eso","vuelve aquí ","no hagas eso ".Solo que en términos de :"lee la Biblia, ora ,ve a la iglesia, paga tus diezmos, da testimonio ".Ahora bien, esas son las cosas que deberíamos estar haciendo, pero Dios nunca quiso que las hiciéramos atados con una correa. Qué diferencia cuando ves a un perro y a su dueño que se entienden.El perro no necesita una correa para salir a pasear. El dueño solo tiene que decir algo para que el perro responda. No es que nos estemos comparando con perros, estamos comparando una vida cristiana basada en una relación. ¡Una gran, grandisima diferencia! .
                       Pablo escribe :"No que estemos capacitados para hacer algo por nosotros mismos, al contrario, nuestra capacidad viene de Dios, el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra  sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida "Cuando Dios te redimió, Él escribió Su ley en tu corazón y en tu mente ".Lo que significa que Él quiere relacionarse contigo desde tu interior.No deberias necesitar un sistema de leyes externo para "mantener el rumbo ",porque has interiorizado la Palabra de Dios y tienes un deseo de obedecerle y complacerle, que viene de tu corazón.

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