Dios usa personas como Jacob, las cuales "cojean" espiritualmente hablando. Tras años de batallar con problemas y hábitos arraigados, estas han sido cambiadas radicalmente por el poder de Dios y ahora pueden ministrar a los que no podrían haber alcanzado antes. Dios usa también a personas como el apóstol Pablo, quien dijo: "...Me fue dado un aguijón en mi carne...que me abofetee.." Cuando Pablo le pidió a Dios que se lo quitara, su respuesta fue: " (No), bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad..." Seguro que eso sería lo último que Pablo quería escuchar. Hay que entender lo siguiente: Dios usa a gente que camina con "cojera", o que está atrapada en situaciones espinosas de las que no puede escapar. ¿Por qué? Porque cuando son bendecidos no se vuelven arrogantes ni piensan que se lo merecen. Éstas personas son más humanas y están más dispuestas a acercarse a otros y tocar sus vidas.
Hoy mismo Dios está buscando a seres humanos con suficiente compasión para preguntar, ¿Cómo estás) y esperar a escuchar la respuesta. Cuando alguien ha sido lastimado necesita una medida suplementaria de amor y de atención. Necesita que se ele abrace y ore por él o ella, con más intensidad. En realidad, eso mismo es lo que Dios hizo por ti, ahora te toca hacerlo a tí por otros. Tendrás que ser paciente y superar el recelo que estos tienen para confiar en nadie. Puesto que han sido traicionados y "usados", se debaten con sentimientos de duda y resentimiento. Pero no te rindas: "EL amor jamás se extingue...." Si sigues amándolos, Dios te usará para traer sanidad y esperanza para sus vidas.
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