Durante 400 años el faraón de Egipto había esclavizado al pueblo de Israel. Pero justo cuando pensaban que habían escapado de sus garras, se presentó de nuevo en el Ma Rojo. Y ahí fue donde Dios intervino; por eso el pueblo llegó a cantar gozoso: "Echó en el mar los carros de faraón y su ejército..." Dios quiere hacer lo mismo contigo. No importa lo que haya pasado; Él puede sacarte de esta situación y darte un nuevo cántico. ¿Lo va a hacer muy rápido y fácilmente) No, pasamos por las pruebas de maneras diferentes y en diversas etapas ¿Cómo cruzaron los israelitas el Mar Rojo? ¡Paso a Paso! Pero cuando llegaron a la otra orlla, esa franja de agua se convirtió en la línea divisoria entre su pasado y su futuro.
Para superar tu pasado tienes que perdonar y seguir perdonando, hasta que las pérdidas del pasado ya no te afecten. Debes levantarte y declarar por fe que ha sido roto el poder que esos viejos problemas ejercían sobre ti. Jesús prometió que cuando Su palabra respecto a ese problema se convierte en tu palabra, las circunstancias empiezan a cambiar. Por ello haz que la Palabra de Dios sea la que valga. Pero ten cuidado, porque los recuerdos querrán persuadirte de que te aferres a ellos. Escribe Pablo: "... Vosotros consideraos muertos..." Ahora bien, la muerte en sí no es el final, tiene que haber un entierro. Así pues, busca un lugar, un momento y un epitafio que diga: "Aquí muere el pasado". Dile a Faraón: "Ni tus huestes ni tus fantasmas podrán afectarme más"; ¡y sigue adelante!.
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