Tamar sufrió el terrible trauma de ser violada. Pero su futuro fue mejor que su pasado y al final dio a luz un niño que sería un antepasado de nuestro Señor Jesucristo. ¡Qué horror! Si estás herido o lastimado, podrás salir de esa experiencia dolorosa y cantar la canción de los triunfadores. Por la gracia de Dios puedes aprender a vivir el presente y olvidar el pasado ¿Cómo? Pasando tiempo en la presencia de Dios y dejando que su amor toque las áreas dolorosas de tu vida. Entrega todos tus secretos al Señor --y déjalos ahí. Él puede extraer el sufrimiento de la memoria como se saca el veneno de una picadura de insecto; y entonces se producirá la sanidad. Job perdió su salud, su riqueza y su familia; pero vivió para ver cumplida esta palabra: "Olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como aguas que pasaron".
Sigue adelante, sumérgete en las corrientes de la gracia de Dios y suelta la aflicción y todo el pasado doloroso. Eso era la noche, pero ahora es el día. Deja que Dios te sostenga en sus brazos. En ellos podrás "desvestirte" del pasado, como si fuera ropa. Seguirá recordándolo pero ya no tendrás que llevarlo encima. "Te acostarás y no habrá quien te espante..." No mas paseos por la habitación de arriba para abajo, no más pesadillas, no más temor del mañana. La vergüenza a desaparecido y en su lugar se ha entronado la gracia. Levántate en el nombre de Cristo y toma autoridad sobre todo recuerdo que te quiera atar al pasado. Deja que Dios sane tus heridas, rompa tus cadenas y te haga libre.
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