martes, 15 de septiembre de 2020

El enfoque correcto

                                                 Tu vida es como una cámara; tienes que enfocarla bien para obtener los resultados deseados. El tener el enfoque correcto produce cuatro resultados:Primero, simplifica las cosas. Cuando no tienes claro cual es tu propósito, intentarás hacer demasiadas cosas a la vez--lo cual causa estrés, conflicto interno y confusión . Apenas si tienes tiempo y energía suficientes para hacer la voluntad de Dios. No acabar las cosas puede ser una señal de que estás haciendo mucho más de lo que Dios te ha pedido. El enfoque correcto conduce a un estilo de vida menos complicado, y a un ritmo de trabajo más sano. Sólo tendrás paz si tu enfoque es correcto; "Al de firme propósito guardarás en perfecta paz..."
Segundo, te da dirección. Si quieres que tu vida influya positivamente en otros, consulta con Dios y luego haz lo que Él te pida. No confundas actividad con productividad. La luz difundida tiene incidencia limitada, pero cuando se concentra en un láser, puede cortar el acero. Tercero, te da energía. Lo que te abruma no es el exceso de trabajo, sino el trabajo sin propósito. Alguien escribió: "Esta es la verdadera alegría de la vida: desgastarse con un fin que valga la pena, ser una fuerza de la naturaleza en lugar de un puñado de quejas y egoísmo, lamentándote de que el mundo no se dedica a hacerte feliz ." Por último, determina tu legado. Cuando la gente te recuerde, ¿qué memorias tendrá de ti?  "Más vale el buen nombre que las muchas riquezas..." En última instancia, lo que importa no es lo que opinen de ti los demás, si no lo que Dios dice. Por lo tanto, pon tu mirada en el resultado final. 

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