Pasamos horas a diario en redes sociales como Facebook en muchos casos porque nos sentimos solos. No hay nada malo con relacionarse de esta manera. De hecho, las redes sociales proporcionan una de las herramientas mejores que nunca hayan tenido la iglesia para alcanzar al mundo con el Evangelio . Pero en un momento en el que resulta muy fácil descuidar las relaciones auténticas, recordemos por qué decidimos conectarnos con otros. Un escritor expone: "La vida es mucho más rica cuando tenemos amigos con quienes compartir nuestras alegrías y nuestras luchas..... Lamentablemente la soledad sigue siendo uno de los problemas mayores de nuestros tiempo y causa de sufrimiento para muchos. Pero ninguno debería resignarse a la soledad; es algo que se puede tratar y también evitar.
Las relaciones genuinas no se fomentan con actualizaciones de las redes sociales ni enviando y reenviando tuits inspiradores o provocativos. Se necesita mucho más que eso. La mejor forma de crear redes sociales es satisfaciendo las necesidades de alguien de modos que no habrían podido darse sin una conexión individual. Eso es lo que hizo Jesús. Dedicó la mayor parte de su ministerio público a doce hombres, quienes a su veza fueron en Su nombre y se entregaron a otros. La Biblia dice: "....Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin". El salmista describe lo que muchos hoy en día sienten en el fondo de su ser: "...Nadie me tiende la mano....por mi nadie se preocupa" . Si quieres satisfacer las necesidades de la gente tienes que acercarte a ella. Eso es lo que dijo hizo Jesús, y Él es tu ejemplo.
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