Papá, tus hijos merecen un padre que sea para ellos un modelo de vida cristiana, que les enseñe las verdades de la Palabra de Dios y les muestre como recibir el regalo de la vida eterna. Puede que en tu familia esta tradición tan hermosa empiece cuando tú le entregues tu vida a Jesucristo. Un escritor bíblico escribe: "Cuenta la leyenda de un guardia medieval que preguntó a tres canteros en una obra lo que estaban haciendo. El primero dijo que estaba poniendo piedras. Para el segundo, su trabajo consistía en levantar una pared. Pero fue el tercer cantero el que demostró una estima genuina por su trabajo cuando dijo: 'Estoy construyendo una hermosa catedral'.
Si planteas la misma pregunta a dos padres respecto a su papel en la familia es muy probable que recibas respuestas contrastadas. El primero tal vez diga: 'Estoy manteniendo a mi familia' Pero el segundo quizás vea las cosas de otro modo y diga: 'Estoy educando unos hijos'. El primero considera su trabajo como ganar el pan. Pero el segundo ve las cosas desde la perspectiva de Dios, está moldeando vidas. Un gran maestro bíblico, comentó que 'El éxito de un hombre como líder cristiano no se puede evaluar hasta que no vea a sus nietos'. Papá, piénsalo bien; no solamente estás educando hijos; estás levantando futuros padres. Estás moldeando hoy vidas que mañana moldearán las vidas de generaciones venideras. Y para conseguirlo, tienes que agarrar a Dios con una mano y a tus hijos con la otra.
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