Trabaja el ochenta por ciento en el área en la cual eres el más fuerte, el quince por ciento donde aprendes y el cinco por ciento donde eres más débil. ¿Te parece sabio? ¡Totalmente!: ""Tenemos, pues, diferentes dones, según la gracia que nos es dada...". ¿ Que le sucede a un equipo cuyos miembros no juegan en sus posiciones? Ante todo, se debilita la moral porque el equipo no está jugando a la altura de sus posibilidades. Los que operan en sus áreas más débiles, se quejan de que sus habilidades no están siendo utilizadas. A poco tiempo, ya no están dispuestos a trabajar en equipo, la confianza de los demás se deteriora y las cosas empeoran. Entonces, la competición se aprovecha de sus flaquezas y nunca son capaces de ganar. Cuando la gente no hace lo que está hecha para hacer, las cosas van mal.
¿Conoces tus puntos fuentes más importantes? Si no, sigue estas pautas: (a) Actúa con seguridad. Si dejas que tus inseguridades se lleven lo mejor de ti, te volverás inflexible y estático, y si no cambias, no creces. (b) Conócete a ti mismo. Invierte tiempo explorando tus dones, pide a otros que te den consejos y reconoce tus puntos ciegos; (c) Confía en tus líderes. Si te cuesta, busca a alguien en quien puedas confiar, o cambia de grupo; (d) Ten visión. Tu posición dentro de cualquier equipo solo tiene sentido cuando consideres el conjunto. Si tu beneficio personal es la única razón por la que buscas un ambiente adecuado para funcionar, tus motivos erróneos te van a privar de la felicidad, la satisfacción y el éxito que deseas obtener; (e) Confía en tu experiencia . Solamente hay una forma de saber si has encontrado tu lugar. Prueba diferentes cosas. Asume riesgos. Aprende de tus errores y de tus éxitos también. Descubre qué es aquello para lo que Dios te creó.
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