Un hombre que estaba tratando de explicar el significado de la palabra "oratoria" comentó irónicamente. "Si dices que lo negro es blanco, es una locura. Pero mientras dices que lo negro blanco ruges como un toro, golpeas la mesa con ambos puños, y corres de un lado para otro en la plataforma, ¡eso es oratoria!".
Podemos dejarnos arrebatar por la manera en que la gente se expresa, aunque cuestionemos su mensaje . Judas nos advirtió de esas bocas que hablan "cosas infladas". Las masas a menudo se sienten movidas más por el estilo que por el comentario.
Según Pablo llegará el momento en que la gente se alejará de la verdad y tolerará solamente aquellas cosas que la diviertan y hagan sentir bien. Así debemos nosotros también analizar y evaluar cuidadosamente todo lo que oímos a la luz de las Escrituras, incluso lo que enseñan y proclaman los oradores más elocuentes. No debemos permitir que la simple oratoria nos haga tambalear. Necesitamos estar seguros de que los maestros a quienes escuchamos (dicen) la verdad en Cristo, no (mienten).
No dejes que los "habladores de vanidades y engañadores" te confundan. La elocuencia nunca sustituye a la verdad.
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