Una columnista del periódico expresó su asombro por la manera en que la verdad a menudo se distorsiona en los anuncios.Ella recordaba una vez que pidió una "ensalada de frutas frescas" del menú de un restaurante. Cuando le sirvieron lo que pidió, era cualquier cosa menos "fresca". Los melocotones, las piñas, las uvas y las cerezas habían pasado meses nadando en s propio jugo en una lata. Cuando le preguntó a la camarera que pasó con la ensalada de frutas "frescas", esta respondió animadamente: "Ay, cariño, ese solamente es el nombre".
Tal engaño no ocurre solamente en los anuncios; sucede siempre que la gente se aleja de los principios de verdad y bondad de Dios.El engaño, los nombres incorrectos y las mentiras abiertas son las herramientas del comercio de una persona inmoral. Los esclavos del pecado se consideran liberados. Los necios se dicen instruidos. Y Los lujuriosos describen sus actos como aventuras de amor.
A Dios no se le engaña con nombres falsos. Él ya advirtió contra los que llaman "a lo malo,bueno, y a lo bueno, malo" Independientemente de lo que el mundo considere bueno o malo, tomemos nuestra definición de Dios de toda verdad. Con Él no hay nombres falsos.
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