jueves, 16 de noviembre de 2017

Efectos del sentimiento de vergüenza

                                                   Si has sido abusado física, emocional o sexualmente, eso mina tu autoestima. Piensas "Si me hicieron eso, seguro que hice algo malo". Sientes que tu alma está contaminada, como si fueras un producto defectuoso. ¡Pero no es así! Medita en los dos versículos siguientes, que vienen directamente de Dios a tu corazón: "El Señor se me manifestó hace ya mucho tiempo, diciendo: "Con amor eterno te he amado; por eso, te prolongué mi misericordia. Volveré a edificarte: serás reedificado/a""No os acordéis de las cosas pasadas ni traigáis a la memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz, ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la tierra estéril" Lo que te pasó fue malo, pero tú no eres malo.
                                                     Hoy Dios te dice: " ... No temas que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas. Yo Soy el Señor tu Dios ... ". La vergüenza y la depresión van de la mano. Y aunque los médicos pueden prescribir medicamentos para la depresión no hay remedio para la vergüenza, excepto la medicina de la Palabra de Dios. Así que en lugar de darles crédito a tus pensamientos y emociones. aférrate a la Palabra de Dios, no importa como te sientas.Estar avergonzado de quien eres es como un castigo autoimpuesto y continuo. ¿Cual es el remedio? "Deja que Dios cambie tu forma de pensar".     

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