Cuando estás deprimido, tu motivación está agotada, el deseo de seguir al Señor ha desaparecido, las conversaciones se vuelven ariscas,no ves las bendiciones, tu entusiasmo está forzado y te encuentras aturdido con respecto a futuros planes. Y ¿cual es la salida? Encuentra la causa de tu depresión. El pecado no confesado es como una piedra en el zapato. ¡Quítatelo pues!, porque las vacaciones, ni un cambio de trabajo, de amistades o de médico te lo van a solucionar: La codicia te puede deprimir también. "Alborota su casa el codicioso..." Cuando te comparas constantemente con otros te puedes deprimir, igual que cuando buscas defectos en los demás. "El que guarda su boca ... su vida guarda de angustias" Igualmente ocurre si alguna vez tienes una actitud que no perdona. Asimismo otra razón a tener en cuenta puede ser la fatiga. Un presidente de los Estados Unidos se negaba a tomar decisiones importantes al final del día, insistiendo en que el descanso era necesario para poder tener un buen criterio. Jesús se retiró a menudo con sus discípulos para descansar, aunque su tarea era importantísima. El sabía que cuando la fatiga llega, es posible que la fe desaparezca.
De modo que, ¿como puedes vencer la depresión? (a) por medio de la oración. Alguien dijo que los momentos más felices de su vida era aquellos cuando oraba y leía la Biblia; los describía como su vigilia del alba. Además decía que orando en voz alta impedía que sus pensamientos vagasen. (b) A través de la Palabra de Dios. Jeremías dijo: "Fueron halladas tus palabras y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón ... " La lectura de la palabra de Dios y la oración diaria son "recetas médicas" que pueden ayudar para que se sanen tus emociones y para que salgas de la depresión.¡Pruébalas!
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