La Biblia dice que Dios puso Adán en el huerto del Edén "para que lo cultivara y lo cuidara". Aunque tu hogar sea bueno, tienes que "cultivarlo y cuidarlo". Si se descuida, hasta el mejor jardín del mundo acabará siendo un terreno lleno de malas hierbas. De la misma manera, si gastas todas tus energías y le dedicas todo el tiempo al trabajo y los negocios y nada a tu matrimonio y familia, tu vida de hogar se deteriorará. La palabra hebrea para "guardar" significa también "proteger". Adán tenía la responsabilidad de guardar y proteger su casa. ¿Protegerla de qué? ¿No vivía en un mundo perfecto? Si, pero Satanás estaba a punto de aparecer y causar grandes estragos.
Aunque no lo parezca a primera vista, si te fijas bien lo verás operando en tu familia en áreas de conflicto y tensión. En el matrimonio nos enfadamos y peleamos, convencidos de que el problema es el cónyuge.¡Eso es lo que el diablo quiere que pensemos! Él sabe que nunca resolverás el problema de fondo si crees que el problema es la persona con la que peleas. Pero no es así; se trata de un asunto espiritual derivado de tu naturaleza egoísta, el cual le abre la puerta de tu hogar a satanás. El matrimonio fue instituido por Dios. Cuando veas las cosas desde Su punto de vista y te comportes según Sus normas, tendrás esa relación productiva, pacífica y gratificante que Dios quiere que tengas.
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