·El cometido de tu vida

                                                    No cumplir con el cometido asignado a tu vida es perderse el propósito por el que Dios te puso en la tierra. Estás capacitado y has sido llamado por Dios, algo que debes tomar muy en serio. La cuestión no es de qué huyes sino hacia donde te diriges. Para triunfar en la vida tienes que conocer la voluntad de Dios y esforzarte en cumplirla. El tener una imperante razón de vivir te facilitará los medios para llevarla a cabo. Tu mayor riqueza es el propósito, no el dinero ni el talento.

                                                               Para ayudarte a identificar tu cometido en la vida, responde a las siguientes preguntas: 1) ¿Cuales son tu carácter y tu temperamento? Un psicólogo y orador comenta: "Los grandes triunfadores son personas que se implican a fondo en cumplir una misión. Es evidente que creen en lo que hacen y todos sus esfuerzos, entusiasmo y energías se derivan de esa misión". 2) ¿Por qué haces lo que haces? Hay una gran diferencia entre hacer algo por que crees que Dios te lo ha pedido y hacerlo para complacer a tus padres, amigos o a tu ego. 3) ¿En qué no eres bueno? Saber a que has sido llamado a menudo empieza descartando a lo que no has sido llamado. Aceptar tus limitaciones te dispone mejor a descubrir la misión de tu vida. Pretender ser algo que no eres te hace sentir de continuo como que no das la talla, y acabas frustrado. No lo hagas; conócete bien a ti mismo. Descubre el cometido de Dios para tu vida y luego pon todo tu empeño en cumplirlo.