jueves, 30 de noviembre de 2017

Envejeciendo bien

                                                   Observando como envejecían sus padres una escritora de libros aprendió las siguientes lecciones: (a) Envejecer no es opcional, pero ser "viejo" si lo es. No dejes de hacer planes , pues de otra forma, inconscientemente estarás dándote permiso para morir. Mi padre creía que "debía un alquiler" por ocupar un espacio en la Tierra y se lo pagaba a los demás; (b) Dios es real. Mi madre sufría depresiones al avanzar el Parkinson que padecía. Sin embargo, buscaba la mano del Señor en todo, y una vida de fe la ayudó a ver aun mas la suficiencia de Dios durante los últimos años de su vida.
                                                       (c) El tiempo es un regalo. David dijo: Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría ". Mi padre le dijo a un amigo suyo: "Cuando te queda tan poco tiempo, no puedes gastarlo en estupideces, y aprendes a invertir en cosas importantes". (d) La enfermedad no produce santidad. Es una prueba de paciencia, de control emocional y de madurez. Cuando mi padre quedó incapacitado, descubrió que la enfermedad no te acerca más al Señor  de forma automática. Todavía tuvo que disciplinar su mente  para gozar en El y encontrar verdadero gozo en Cristo.
                                                         (e) La risa reaviva el alma. Después de que su padre cayera enfermo, esta escritora escribió sobre como este respetado escritor, conferenciante y consultor "acabó riéndose de que se le cayeran los pantalones cada vez que se levantaba de su silla de ruedas". Cuando la "madre naturaleza" y el "padre tiempo" lleguen para ponernos a prueba, nos miraremos al espejo y entonces nos reiremos o lloraremos. Como el "... corazón alegre es una buena medicina..." y como Dios nos ha preparado un nuevo y maravilloso cuerpo en el Cielo, ¡tómate la vida con alegría!.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario