martes, 27 de noviembre de 2018

Saber controlar la ira

                                                  Cierto día a un señor se le caló el automóvil en un cruce, lo que provocó un concierto de cláxones detrás de él. Entonces se bajó del vehiculo con calma y se dirigió al coche detrás de él  diciendo a su conductor. 'Perdone, pero no puedo arrancar el coche. Si usted quiere intentarlo, me siento en su asiento y toco la bocina...' Cuando no sabes bien como controlar la ira, suceden dos cosas:
                                                   1) Te quedas enfadado. Vas por ahí con tu termostato a punto de dispararse . Sé realista, hay muchos más problemas en la vida que hay que olvidar que los que se resuelven a nuestro agrado.                            2) No te enfades, ni siquiera cuando tengas motivos para hacerlo.
Expresa tu ira de forma adecuada. Cuando te falta el coraje para confrontar a tu jefe o a un compañero, es muy probable que explotes cuando llegues a casa.
                                                      Jesús dijo: "Por tanto, si tu hermano peca contra ti , vé y repréndelo estando tú y él solos; si te oye, has ganado a tu hermano". Hay ocasiones que deberíamos enojarnos. Escribe Pablo: "...Cuando Pedro vino a Antioquía, lo reprendí cara a cara, porque era de condenar... comía con los gentiles; pero después que llegaron (los judíos), se retraía y se apartaba porque tenía miedo de (ellos)...y en su simulación participaban también los otros judíos...aún Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos". No esta bien tolerar el mal  cuando se puede hacer algo al respecto. Pero hazlo a la manera bíblica; dí lo que tengas que decir con amabilidad. Es lo que se llama "hablar la verdad del amor". Dar portazos y salir con ira son contraproducentes y no reflejan el carácter de Cristo. Dirige tu enfado al problema, no a la persona.            

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