En un congreso de los Guardadores de Promesas en Texas alguien contó su testimonio. Cuando tenía dos años, a su padre lo metieron en la cárcel. A los 7 años, las autoridades lo internaron en un orfanato. A los 19.tuvo un accidente de automóvil donde murió un amigo. Vendía droga para conseguir fondos para pagarse un abogado, y en ésas fue arrestado, procesado y encarcelado. Mientras se encontraba en prisión, aceptó a Cristo. Y cuando salió en libertad, se dedicó a la obra de Dios. Años más tarde, buscó a su padre para reconciliarse con él. En un momento de la conversación hablaron de la vida en prisión y el padre le preguntó: '¿En qué cárcel estabas?' Cuando se lo dijo, el padre replicó: 'Yo ayudé a construir esa prisión'. Ese hombre había sido soldador e iba de un lugar a otro construyendo centros penitenciarios. Mirando a la audiencia de hombres delante de él, dijo: 'Yo me encontraba en la cárcel que construyó mi padre'.
Es posible que tus hijos no siempre sigan tus consejos, pero nunca escaparán a tu influencia. Si tus hijos pasan tiempo contigo durante los primeros 18 o 21 años de su vida, crecerán repitiendo algunos de tus errores y les molestarán algunos de los recuerdos que tengan de tí; pero quizás se alegren del legado que les has dejado. Dios dijo a Abraham: "...Yo sé que mandará a sus hijos
después de sí....que guarden el camino del Señor..." ¿Puede decir lo mismo de ti? Felipe el Evangelista ganó la ciudad de Samaria para Cristo, pero hay algo aún mejor por lo que es recordado: "...Tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban" Sus hijos fueron morales y espirituales. Y los tuyos, ¿cómo están tus hijos?.
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