sábado, 14 de marzo de 2020

¿Te importa esperar?

                                                Alguien cuenta la historia de un carcelero que le preguntó a un condenado a muerte qué quería comer en su última cena. El prisionero dijo: "Un gran trozo de sandía". ¡Me estás tomando el pelo! Estamos en Diciembre y ni siquiera se han plantado las sandías. A lo que el condenado respondió: 'No importa, puedo esperar'. La pregunta pasta tí es: ¿Te importa esperar? ¿Cómo reaccionas cuando las cosas no se mueven con la rapidez que deseas? ¿Te quedas tranquilo o te desesperas?.
                                                  Un predicador muy conocido, escribe: "Me encontraba en una tienda y llevaba mucho tiempo esperando en una cola muy lenta para pagar una cosita. Las personas delante de mi  llevaban montones de artículos. Para colmo, alguien se me coló y le cobraron antes que a mi . Cuando llegó mi turno, la cajera me miró y dijo: 'Gracias por esperar. ¿Es usted...ese predicador de la tele? Lo reconocí en el momento que le ví llegar.' Pensé para mis adentros: "¿Qué habría pasado si me hubiese enojado y hubiese despotricado porque alguien se salió de su turno?".
                                                     El comportamiento impaciente puede afectar tu testimonio de forma adversa.Cuando consideras las irritaciones de la vida a través del prisma de Dios, cambia tu perspectiva acerca de las situaciones que ponen a prueba tu paciencia, porque empiezas a  verlas como aliadas , no como enemigas, y te das cuenta de que Dios las permite para que madures- Así pues: "tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna". 

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