martes, 24 de marzo de 2020

hombres y mujeres de Dios (6)

                                                Enseña a tus hijos el valor del trabajo duro. El fundador de Los Navegantes, se sonreía recordar tres palabras de su padre que le cambiaron la vida: "¡Hijo, dale duro!"Los padres que piensan que haun favor a sus hijos al evitarles cualquier trabajo, están muy engañados  Tus hijos se harán unas personas irresponsables, dependientes, inmaduras acabarán lamentando que les hayas consentido tanto. "La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece. El recoge en verano es hombre sensato, pero el que duerme en tiempo de siega , avergüenza". Si siempre haces por tus hijos lo que ellos deberían de hacer por sí mismos, estarás limitando su crecimiento y coartando su creatividad. El trabajo honrado es la provisión de Dios la felicidad del hombre, así como el camino para el desarrollo personal, social y espiritual. Trabajar no es solamente un asunto financiero, sino también espiritual
¡El trabajo nos sienta bien! "El perezoso desea y nada alcanza, más los diligentes serán prosperados"  Un día tu hijo te agradecerá el que le obligaras a colaborar en las tareas del hogar y a hacer su parte. ¡Y su futuro cónyuge también te dará las gracias! Y no digas: 'Es que son muy pequeños y tienen muchas tareas escolares' Si sacan sobresaliente en todo pero no llegan a ser personas responsables y maduras, lo pagarán caro más tarde. "Bueno le es al hombre llevar el yugo (de la responsabilidad y el trabajo) desde su juventud" Lo que aprendan en su infancia y adolescencia les será útil el resto de sus vidas, porque llegarán a ser hombres y mujeres de Dios.

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