Detrás de cada triunfo, hay una historia de sacrificios soportados a fin de alcanzar un sueño, principios por los que regirse en privado y en público, la capacidad de hacer de una victoria aislada un sistema de éxitos continuados y finalmente la búsqueda implacable de desarrollo personal.
Un maestro de la Biblia escribió: "Cuando era niño me encantaba ver a los mayores jugar a las damas. Un día,uno de ellos me invitó a jugar. Al principio pareció fácil. Me comí una y luego otra de sus fichas. Entonces mi contrario, de repente, cogió una ficha y fue saltando de casilla en casilla, por todo el tablero--comiéndose mis piezas--, hasta llegar al fondo del mismo àra hacer dama, gritando; "Dama". Con esa misma dama, el me borró del tablero. Aquel día aprendí acerca dela visión a largo plazo. A nadie le importa perder unas cuantas fichas, siempre que se esté pensando en ir hacia la casilla donde culmina en dama.
¿Qué fué lo que sostuvo a Moisés en el desierto? ¡Su visión! "...Se sostuvo como viendo al Invisible". Cuando tu visión proviene de Dios, hará que sigas adelante cuando todo lo demás falla. La Biblia dice: "Pon la mirada en lo que tienes delante...Endereza las sendas por donde andas...No te desvíes ni a la diestra ni a la siniestra" ¿Qué ves en el futuro? Nunca llegarás a él hasta que lo vislumbres. Escribe tu visión, la razón por la que deseas cumplirla y lo que estás dispuesto a sobrellevar para que se cumpla. Luego escribe todos los desafíos que tendrás que superar para lograrla. Si lo haces, estarás mucho mejor preparado para los contratiempos. La diferencia entre los ganadores y los perdedores es su manera de entender el fracaso. Los perdedores sólo ven el fracaso, ¡los ganadores ven más allá!
No hay comentarios:
Publicar un comentario