El ejército de Siria había sitiado Samaria y los habitantes se estaban muriendo de hambre. Cuatro leprosos, cuya enfermedad les obligaba a vivir fuera de las murallas de la ciudad, se habían acostumbrado a sobrevivir comiendo los mendrugos de pan que la gente tiraba por el muro todos los días. Pero ahora ni eso tenían para comer. Así que se dijeron: "...¿Por qué estamos aquí esperando la muerte? Y decidieron actuar. "Se levantaron, pues,al anochecer , para ir al campamento de los sirios, y al llegar a la entrada...no había allí nadie. El Señor había hecho que...se oyera...el estrépito de un gran ejército...Así que se levantaron y huyeron....abandonando sus tiendas , sus caballos, sus asnos...Cuando los leprosos.... entraron en una tienda, comieron y bebieron, tomaron de allí plata y oro y vestidos...Luego se dijeron unos a otros: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buenas noticias y nosotros callamos...Vamos, pues ahora, entremos y demos la noticia en la casa del rey" Este episodio nos enseña tres verdades fundamentales: 1) La crisis se convierte en nuestra aliada cuando nos incita a actuar. Las cosas no van a mejorar hasta que nos hartemos de estar hartos. 2) Una vez que hayamos dado un paso de fe, Dios intervendrá. Lo único que limita a Dios son nuestras dudas
nuestra terquedad y nuestra autocomplacencia. Su palabra dice: "Sin embargo el Señor esperará para tener piedad de vosotros..." 3) Cuando Dios nos bendice, no podemos guardarnos la bendición para nosotros solos. Los demás deben saber lo que Dios nos ha dado, y tenemos que compartirlo con ellos en el debido momento.
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