Beneficio de las pruebas

                                                Pasar por pruebas y superarlas es el único modo de hacer crecer en nosotros las aptitudes necesarias para cumplir el llamado de Dios a nuestra vida. En el primer capítulo de 2ª de Corintios, Pablo detalla los beneficios de enfrentar la adversidad; aunque parezca contradictorio, las pruebas conllevan ciertos beneficios. Consideremos algunos de ellos. Primero, "...para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación..." Cuando las personas saben que tienes las credenciales necesarias para hablar, escuchan; pero si no es asó, dan la impresión de escuchar, pero en realidad desconectan. Dentro de cada problema que te obliga  a crecer se encuentran las respuestas que otros necesitan. Cuando puedes decir: 'Yo he pasado por eso', la gente te respeta y te escucha. La experiencia es uno de los mejores recursos y Dios la usará. Segundo, "para que no confiáramos en nosotros mismos..." Cualquier cosa que nos haga acudir a Dios y apoyarnos más en Él es un beneficio, no un perjuicio. Situaciones como perder el trabajo, o pasar por un divorcio, o la muerte de un ser querido, o la falta de salud o la pérdida de nuestra paz espiritual , nos llevan a acercarnos más a Dios
y a darnos cuenta de lo que Él puede hacer. Tercero, "...darán gracias..." ¿Te acuerdas de cómo era tu vida antes de conocer al Señor? Escribió el salmista: "...Me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña..." Animo, levanta tu voz y empieza a alabar al Señor por todo lo que ha hecho por tí. Al fin y al cabo, ¿dónde estarías si no fuera por Él? Da miedo hasta considerarlo.