miércoles, 20 de mayo de 2020

Buscar a Dios, no otras cosas

                                                A veces no se abrirá esa puerta a la que llamas hasta que no entiendas el motivo de por qué se cerró. Considera la historia de Ana: Ella quería un hijo, pero Dios quería un profeta. Cuando oró: "...Si das a tu sierva un hijo varón , yo lo dedicaré al Señor todos los días de su vida..." no sólo Dios le concedió a Samuel, sino también otros seis hijos más- Cuando oras por una cosecha, Dios te pedirá que siembres una semilla. Tal vez esa semilla sea algo que estimes mucho y a lo que te aferras; no lo retengas, sino entrégaselo a Dios. Elcana tenía dos esposas, pero Ana era su preferida, por lo cual le daba "doble porción" de sus posesiones. Si no estás cumpliendo el cometido encomendado por Dios, ni el amor de las personas ni las cosas materiales te satisfarán.
                                                 Las personas "ordenadas" no son aquellas que hablan en los púlpitos. Ana fué ordenada para ser madre. Tal vez tu hayas sido ordenado para ser secretario, o paisajista o profesor. Descubre cual es tu llamado divino ¡y cúmplelo! La propia desesperación de Ana la condujo a su destino:
"...El Señor había cerrado su matriz" ¿Por qué? Fué una llamada de atención para que esta se acercara más a Él. Los momentos duros nos hacen evaluar nuestras vidas y buscar a Dios de forma mucho más intensa. En esa situaciones cambiamos el enfoque, de " Señor, esto es lo que quiero" a "Señor, ¿qué es lo que Tú quieres? Y es entonces cuando Él nos bendice "... es galardonador  de los que le buscan".  

No hay comentarios:

Publicar un comentario