viernes, 15 de mayo de 2020

Servir con alegría

                                               Todo lo que Dios te da es, en primer lugar, un regalo para que lo disfrutes, y luego una semilla para que la siembres. ¿Has recibido una buena educación? ¿Tienes capacidades para liderar? ¿Más dinero del que necesitas? Dios te ha dado esas semillas para que las siembres. Existen tres tipos de personas: las que no ven, o no quieren ver el problema; las que ven el problema pero puesto que ellas no lo han causado, se conforman con dejar que otros lo resuelvan; y aquellas que ven el problema, y aunque ellas no lo han causado, estás dispuestas a asumir cierta responsabilidad para solucionarlo.
                                                El fundador de la Misión al interior de China, dijo: "Primero solía pedir a Dios que me ayudara; luego le preguntaba si yo podía ayudarle; y por último acabé pidiéndole que Él hiciera su obra a través de mí." Cuando estás profundamente convencido de que servir significa que Dios está operando a través de tí, entenderás que el servicio a los demás es el llamamiento más sublime.
                                               Así lo entiende un cirujano pionero de los implantes de corazón artificial y esa clase de médico que se presenta un domingo en el hospital para alentar a un paciente desanimado. Él mismo cambia las vendas si hace falta, y si un paciente quiere hablar con él, siempre se queda. Sus amigos dicen que es como "un zapato viejo" que sirve para todos los pies . Lleva botas de vaquero con sus ropas de cirujano y repara corazones con música de fondo de Vivaldi. 'Siempre tiene una sonrisa en los labios' dice su amigo, y siempre encuentra a alguien a quien brindársela' Si quieres llegar a ser "alguien importante", lo conseguirás, no cuando otros te sirvan, sino cuando tú sirvas a otros "con alegría".  

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